Sale un lunes soleado que anima a comenzar un nuevo mes. Ya estoy de vuelta en Madrid después de una semana intensa y bonita por el Pirineo Aragonés y Francés y la ciudad del cierzo a la que hacía un año que no volvía desde la muerte de mi abuela.
(Pirineo Francés)
He visitado lugares que hacía años que no iba, como Salvatierra de Esca, el pueblo de mi abuelo y que conocí hace más de diez años. Pero los familiares que aún quedaban, ya no están. Pero de nuevo, hemos intentado mi madre y yo buscar la tumba de su abuela, que no saben muy bien dónde está. Pero no ha habido suerte esta vez.
Me emocioné mucho al volver a la tienda de caramelos donde iba ella todas las semanas a comprar caramelicos de menta,caramelicos de nata y los gajos de naranja y limón que luego habitaban en su bolso y que a mi tanto me gustaban (y de los cuales me he traído un kilo entero)
Ahora, después de una semana de carga de energía, vuelvo animada, con ganas de comenzar el Máster, con energía para seguir en los proyectos iniciados, con energía para seguir creando, creciendo, pero sobre todo estudiando.
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