En una sencilla frase puedo resumir lo que fue para mí la semana pasada, sí. Y en una sola imagen puedo resumir cómo me siento en este instante. Un manantial de emociones diversas, contradictorias, han dado paso a la colocación de cada una de ellas. Y a mi propia colocación en este momento de mi vida. Sabiendo dónde estoy, para qué estoy. Y eso, me gusta.
Esta sensación de tranquilidad, serenidad y calma…que siempre sigue a un día lluvioso. Y eso, me gusta.
Estoy mucho tiempo en casa, encerrada en mi despacho luminoso con vistas al parque. A veces la música me acompaña. Otras es simplemente el silencio mezclado con el “tic tac” del reloj de pared. Alguna llamada interrumpe mi estudio. Otros días, ni eso. Estoy inmersa en un proceso de formación intenso. Y eso, me gusta.
Estoy descubriendo cosas que antes simplemente intuía. Ahora, les pongo nombre, fecha y título. Y eso, me gusta.
Estoy dedicando una parte de mi tiempo a componer, a tocar, a cantar, a aprender nuevas metodologías de intervención. Y eso, me gusta.
Y en los días soleados de pre-primavera, como hoy, sonrío y me siento feliz.
Y eso, también me gusta.
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