Este
año han ocurrido muchas decepciones profesionales de las que he sabido
seguir caminando (¿resiliencia?) y cogiendo seguridad de nuevo. Siempre
he pensado que esos baches nos sirven para crecer, siempre y cuando
aprendamos de ellos.
Se
comienzan a reconducir las cosas, después de lo mal que comenzó todo
con el tema del Centro de Musicoterapia (¿qué habrá sido de ello? No lo
sé, la verdad), pérdida de pacientes y -sobre todo- tener que dejar sus
terapias cortadas de repente. Pero hasta de esto he aprendido.
Hace una semana que se que tengo el placer de participar en el IV Congreso Nacional de Musicoterapia de manera activa con una comunicación
que han aceptado, pero he estado acabando de trabajar en la Universidad
y tomándome unos días de vacaciones y no he podido hacer ninguna
entrada en condiciones.
Musicoterapia en el Trastorno Específico del Lenguaje:
Del ritmo corporal a la expresión verbal.
Pero la alegría es mayor y compartida, al participar conjuntamente y de manera más que activa con un Taller junto con la musicoterapeuta, facilitadora de Canto Prenatal (y amiga) Myriam Chiozza.
Taller de Canto Prenatal:
preparación al parto a través de la voz.
preparación al parto a través de la voz.
Con la que además, preparo una investigación sobre el tema, compartimos intereses, risas, dudas, alegrías, descubrimientos.
¿Se puede pedir más en estos tiempos que vivimos?